lunes, 24 de julio de 2006

Rock gigante

La gente pidió fotos de la tocata y las puse... Pero la gente nunca está conforme. Ahora quieren una crónica. Una que no tengo muchas ganas de hacer, pero que escribo sólo para que la gente no piense que le doy la espalda.
Y porqué no quiero redactarla, se preguntará la gente como siempre con ese afán de saberlo todo. Es simple: porque cuando estás dentro de algo que no controlas y en que simplemente te dejas llevar, la sola acción de traspasar la experiencia al texto le quita algo de magia y obliga a presionar un poco la memoria, que suele sacar a flote la parte menos grata junto con la mejor.
En fin, puedo decirles que el que no fue se perdió una gran manifestación de rock y amistad. Con un Club Darabos que me sorprendió (el local es bonito y amplio), y un buen grupo de simpatizantes (gracias a todos los amigos que fueron -ya les voy a regalar sus chapitas), la noche se hizo música y la música se escuchó fuerte y claro.
Al contrario de nuestra primera y pseudo frustrante primera tocata oficial, en esta oportunidad no sólo nos dimos el lujo de tocar una hora (12 canciones, uff), sino que mostramos música que sólo había tenido como escenario la sala de ensayo. Los instrumentos claros, el volumen preciso, el ambiente perfecto, la energía y los nervios a mil.
Después de un comienzo tenso, y una batería de temas que incluyó los covers "Cocaine" de Eric Claxon y "Young Lust" de Pink Fuck, nos relajamos y simplemente disfrutamos el hecho de conseguir un pequeño triunfo. Ese que se saborea más cuando cuesta y se consigue con el simple pulso de un guitarra y cien amigos. Porque claro, aunque en la banda hay veteranos de mil conciertos, es distinto cuando te ganas los aplausos con tu propia voz y canciones.
Si, es cierto que la voz de Mario Blues no sonó todo lo clara que hubiésemos querido (el mal endémico del rock chileno en vivo), pero al menos todo el mundo pudo distinguir los timbres de cada instrumento y no tuvo que sonreír forzadamente delante de una masa sonora amorfa. Un gran paso para la humanidad. Gracias a todos los que lo hicieron posible.

Don Francis.
Si, estuve con Mario. Desinflado como siempre, con esa cara de cansado de años y la presencia de quien ha sido la figura máxima de la TV desde que tengo uso de razón.
No les voy a negar que se siente algo especial. Es como conocer al presidente: aunque no sea de tu preferencia tiene un qué sé yo que uno igual le quiere dar la mano. Y eso que a Don Francis uno ya lo vio en pelota en la foto del Clinis... lo que no es precisamente un punto a su favor para sostener el mito. En todo caso al viejo no le entran balas. A cuadras se nota que viene de vuelta y no tiene ningún empacho en demostrarlo, tirando frases pesadas y corrigiendo a viva voz lo que no le parece. Notable, como esos sábados interminables y aturdidores. Porque esa pega no todos saben hacerla... dejarte estúpido durante una tarde durante toda una vida y además obligarte a donar plata 27 horas seguidas una vez al año. Ni el Papa la hace. Sáquense el sombrero por el Gigante.

(Vean las fotos que tomó el Negro en la ventana de flickr)

3 comentarios:

  1. La gente es ingrata y siempre quiere más. Pero no podemos vivir sin la gente. Un rockstar necesita de la gente y viceversa. Buena tocata el soro.
    NS

    ResponderBorrar
  2. Anónimo4:32 p. m.

    buena tocata, malas fotos.

    ResponderBorrar
  3. Anónimo7:27 p. m.

    me dijeron que estuvo bueno... pero ni tanto...

    a ver si logro ir a la próxima.

    ResponderBorrar