viernes, 22 de diciembre de 2006

La Matiplaza

No sé si la gente me abandonó o yo abandoné a la gente. Fue hace un tiempo atrás, cuando dejé de formar parte del establishment laboral y tuve que emprender el duro arte del periodismo freelance. Desde ese momento, en que escribir se transformó en mi único sustento, corté con el blogger que llevo dentro. No por una cosa de gusto o estilo, sino porque simplemente no daba abasto para cumplir con todos los públicos. Y, como siempre en la vida, la prioridad la tiene el que paga.

Así las cosas, y luego de un periodo de pituteo intenso que ahora se transformó en una desolación laboral casi desesperante (una monedita, por favor), ahora vuelvo con la cola entre las piernas. Como el perro arrepentido, con sus miradas tan tiernas. No me queda otra tampoco. Escribo para no volverme loco.

La Plaza
Una amiga escribió una oda a su plaza la otra vez. Va todos los días con su hija de un año y habla con otras mamás, mientras los niños corren por el prado, en una verdadera postal veraniega del Chile ciudadano (ese que se supone que todos queremos).
Yo tengo una relación de amor y odio con mi plaza. No porque sea fea (no tiene nada que envidiarle a las plazas del tercer mundo), sino porque no encajo. Claro, el hecho de que tenga que ir por obligación (mi hija me lleva y no al revés), tampoco ayuda mucho, tomando en cuenta que todo lo que es obligatorio me produce rechazo, pero eso no es lo peor.
El tema es que mi personaje no tiene nada que ver ahí. Si enumeramos, están los cabros chicos: Los que aprenden a caminar, los que circulan en coche, y los más grandes, que se mueven en una biatlón permanente subiéndose y bajándose de sus bicicletas. Además, en una segunda línea están las mamás (escasas), las nanas peruanas (en abundancia), los guailones (que no están en edad de ir a la plaza), los piteros (escondidos en las sombras), los deportistas (que aparecen a trotar como a las 18.35), la gente que saca a pasear a sus perros (de vez en cuando), las amiguis que se cuentan secretos (parece que todos los días tienen uno), y el weón extraño que lee el diario mientras su hija juega (yo).
Al menos descubrí que guardar el periódico de la mañana tiene un objetivo (y de paso comprendí para qué sirve la suscripción). Por primera vez leo el diario entero, hago el puzzle, y me tapo la cara con él. Me falta usarlo en el baño para completar sus usos posibles. El otro día pensé en limpiarme con un artículo del Negrosuperstar... habría sido una bonita performance, pero lo deseché porque mi organismo está acostumbrado al lujo que representa el papel confort doble hoja (si no encuentro pega luego es un lujo que se puede acabar).
Todos los días (o casi todos, en realidad), llego en bicicleta. Así al menos paso por cool. O por jubilado cool. Pensé en llevar migas para las palomas, pero en La Reina lo que hay son loros. Uno podría pensar que es un buen ejercicio, pero en realidad mi casa queda a pocas cuadras de la plaza. En realidad la uso pa despistar.
Las nanas me miran y se ríen. No sé si por burlarse o por mi innegable sex appeal.
Todo termina siempre igual. Compro una lata de Coca Light y repito ¿Vamos a la casa, Coni? El brillo de la lata rebota en sus ojos. El soborno siempre sirve.

Matinews
Leo que el otro día murió Matipinochet. Hubo gente que maticelebró y otra que matilloró y matimaltrató a los matiperiodistas de otros matipaíses. El matinieto de matiPrats lo matiescupió.
El matiescándalo de corrupción en el matigobierno parece que no se va a matiacabar nunca. "¿Qué hacían con los matifondos reservados?", pregunta un matiopositor... "Lo mismo que ustedes en la matidictadura", responde un alguien de la maticoncertación.
No entiendo porqué dicen que los matidiarios no matiinforman de las cosas matiimportantes.

martes, 31 de octubre de 2006

Piegrande en vivo el jueves 2!!!


Si antes no pudiste... si te contaron y no lo podías creer... si quieres una oportunidad para volver a creer en que el rock puede salvar el mundo (y la plata), esto es lo que estabas esperando...

Sí, porque el próximo Jueves 2 de noviembre, Piegrande se presenta en el Club Darabos (Antonia López de Bello 93, barrio Bellavista), a las 22 horas, celebrando un año de vida con las canciones que darán forma a su primer disco y una que otra sorpresa. ¿Cuánto cuesta? 2 mil pesos de consumo mínimo. Muy poco para una noche que promete ser memorable. No te quedes fuera ni digas que no te avisamos...

Visiten el nuevo sitio de Piegrande para más detalles y grítenselo al mundo.
Piegrande, una banda que pisa fuerte.
www.piegrande.cl

martes, 17 de octubre de 2006

Corazón... qué le has hecho a mi corazón...

Muchas veces uno se ve superado por las circunstancias... Cuando estás en la casa de la polola y descubres con pavor -y cuando el daño ya está hecho- que la cadena está mala; cuando vas a buscar los resultados de la PAA, PSU o sucedáneo (en mis tiempos la única manera era La Nación); cuando tu polola te dice que está esperando guagua; y cuando una mañana cualquiera el noticiario te muestra a los aviones chocando contra los edificios.
Pero no por eso estás preparado para que la vida te golpee... como cuando un "rostro amigo" te cuenta que el show se acaba, que el canal desechó la larga lista de ideas dudosas que poníamos en pantalla cada día. Al menos te lo puedes tomar con humor. Al menos te lo contó el rostro, tomando desayuno mientras las bailarinas pasan y las estrellas de una teleserie fallida comen pan con palta. Hay cosas peores. Como que tu hermano menor te despierte un domingo a las 8.30 para contarte que tu papá tenía un dolor en el pecho y partió a la clínica con tu madre. Duro. Directo al hueso. En ese momento es a uno al que le duele el corazón.
Levantarse con la película completa pasando frente a los ojos, aparecer en la clínica donde está la familia completa, esperar al médico. Horas que recuerdo como segundos. El infarto se desató con furia entre las arterias bloqueadas de mi mal cuidado padre.
Claro, mil veces le dijo todo el mundo. Mil veces él aseguró estar consciente. Mil veces pido que no le pase nada.
Mi familia no es una familia común. Somos incapaces de esperar con cara de circunstancia, inmóviles y apesadumbrados, así que optamos por hablar estupideces y sapear el funcionamiento de la clínica. La tele de la sala de espera siempre está en el canal más fome, somos muchos y pareciera que intentáramos pararnos justo en "la pasá", así que estorbamos en todos lados . La máquina de las bebidas se traga las monedas. Aparece una prima que no veía hace diez años con su marido y sus dos hijos pequeños rubios. Deben ser los únicos rubios de la familia, que es como si hubiera un jorobado o un negro dentro del árbol genealógico. Toda una rareza para una familia donde sólo de cuando en cuando nace un integrante capaz de caminar erguido e hilar frases si babear.
Mis tíos preguntan dónde está el difunto, mientras con mis hermanos miramos con cara de pregunta a cualquier persona que pase con delantal, aunque sea del aseo.
Sale un representante del doctor. Todo está bien, todo normal, el doctor sale en un rato.
Pasa un rato. Uno bueno, en cámara lenta. El doctor tiene mala cara. El infarto no fue leve como creíamos, fue uno de los buenos. El nivel de cagá que existe implica que habrá que realizar otro "procedimiento" (esa es la terminología real para una angioplastía= despeje de las venas mediante la introducción de una sonda a través de las arterias que elimina la grasa, para luego aplicar un 'extend' o tubo que fijará las paredes de la vena para que éstas no vuelvan a cerrarse. Cada extend vale un millón y medio. Luego de esta semana mi viejo cargará con seis, lo que lo hace más caro que Steve Austin).
Sale mi papá, amarillo, semiconsciente, saludando como quien viene del espacio. Uno no haya que decir.
Luego de un rato subimos a su pieza a conversar un par de cosas y hablar incoherencias. Él por efecto de los calmantes. Yo por efecto de mi mente enferma.
El día se transforma en semana, en visitas diarias, en otra intervención y en plata que se adeuda y se acumula, mientras el show se extingue delante de los ojos de los televidentes.
"El padre se vuelve hijo y el hijo se vuelve padre" dice una frase de Superman. La pura verdad, pienso mientras acaricio la cabeza de mi viejo antes de despedirme esa primera noche. La primera de muchas en que acompañé su recuperación... claro que sin traje azul ni capa roja, pa no alarmar a las enfermeras.
Ahora mi padre está en la casa (gracias a todos por la preocupación), y mi programa se fue pa la casa. ¿De quién es la casa? (Si no vieron alguna vez Morandé con Compañía no van a cachar de qué chucha hablo). Mucho para un par de semanas. Mucho para un solo post. Muchas gracias, buenas noches.

domingo, 24 de septiembre de 2006

Caca y 18 (el loly milagroso)

Escribo sólo por respeto a los dos comentarios cagones del último post, prueba indesmentible de que alguien lee esto.
Además me sirve para matar el tiempo frente al computador, tomando en cuenta que estoy en un lugar donde no quiero estar, haciendo una pega que no quiero hacer, en un día (domingo) que normalmente dedico a mis oraciones y flagelaciones.
Quizás sea que estoy de mala. Quizás sea que la alergia sale de su letargo por estos días, haciendo que mis mocos cuelguen, se me nuble la vista y me pique la garganta; todo mientras el sol me incinera los sesos. Una postal de mi odio hacia los días soleados, los delfines y los TLC.

Cómo pretenden que yo...
Fui con mi primogénita y mi mujer a la fonda del parque Intercriminal (fue casi mi única actividad dieciochera formal.. no fui a ninguna fonda a bailar cueca-reggaetón, tiquitiquibling). Hay que ser muy chileno (o muy weón - o ambos) pa pagar la entrada carísima que da derecho a disfrutar de tanta maravilla: Unos ponys cabizbajos que arrastran a los cabros chicos por luca, un Pedro Picapiedra inflable, un rodeo con novillos chascones y maltratados y huasos con puros "puntos malos", y anticuchos ABC1 (me acuerdo que el año pasado me comí uno y era más malo que el Indio Juan). Todo aderezado por un calor insoportable y precios primermundistas, que en promedio triplicaban el valor normal de cualquier almacén (hasta los helados de gamba vaían 600).
Cada tiquitiquití=luca. Ser chileno=no tiene precio.
Obviamente, mi sufrimiento no tiene comparación con el de los ponys. Los cabros chicos se suben a ellos con cara de éxtasis y espuma en la boca, mientras los papás sacan fotos y unas cabras los guían pensando en otra cosa.
"Pónganse todos a la foto", decía una señora que parecía aviso de Koleston, mientras los dependientes acomodaban uno al lado de otro cinco caballos enanos que no paraban de defecar mientras los movían, cada uno con un cabro chico pecoso sobre él. Al mismo tiempo el animal en el que mi retoña iba montado hacía un alto para orinar de manera furiosa.
Seguramente los científicos ingleses ya habrán estudiado este fenómeno que demuestra que el esfínter del pony está directamente conectado con su ánimo. Como el de tantos. (Se dice que para la Parada Militar los caballos escriben mensajes como "Peace" y "No a las armas" con caca mientras desfilan en la losa del Parque O'Higgins).
Más allá un local de pesca milagrosa atendido por dos agraciadas lolas era víctima del acoso policial de casi un cuartel móvil completo: Obviamente los pacos querían pescar algo y no era precisamente un jurel plástico. Convengamos en que ellas se hacían las lindas, como corresponde, manteniendo el interés policial a la usanza de cualquier asesora del hogar. Algo debe tener de mágico el uniforme verde... o la luma. Curiosamente el premio por sacar un pescado de la pequeña piscina inflable a medio llenar era un loly. Las minas eran dos y los pacos 4. Queda claro: ellos creen en milagros.


Éxito

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Música y memoria (nada de política, compañeros)

Ando raja. Probablemente es porque el fin de semana pasado, en vez de dedicarme a descansar como la gente y convertir mi hogar en una sucursal de la Fundación Las Rosas, tuve un trasnochado sábado de tocata y un domingo trabajando en mi ex pega (un suplicio que pocos comprenden, pero que es parte de haber vendido mi alma al diablo en cómodas cuotas).

Aún así, me decidí a actualizar este blog abandonado como mi conciencia, para contar una que otra anécdota.

La primera tiene que ver con ese sublime encanto de encontrarse con la historia cara a cara. Ya había tenido la oportunidad de conocer a Don Gordisco, sacarme una foto con el Tío Flanlentín, hablar con Guru Guru, darle la mano a Ronco Ratas, Javier Mirándola y tantos otros personajes míticos. Pero no estaba preparado para toparme cara a cara con el Mostro: Nito Mostro (sí, el de Sui Género) llegó a la puerta de mi oficina preguntando dónde estaba el estudio. Diligente, lo saludé y acompañé hasta maquillaje mientras las escenas de años de guitarreos fogateros, trabajos de invierno y verano, y devaneos escolares pasaban por mis ojos blancos. Claro, porque bastó con que entonara un par de versos de “Aprendizaje” (sin complicaciones, con las mismas notas que usa uno) durante la prueba de audio, para que quedara conectado descargado recuerdos como quien baja fotos al PC.

Nito, en la buena onda, se sacó fotos con todos y accedió a todas las peticiones. "Sí, sí, no hay problema", repetía una y otra vez mientras los camarógrafos desfilaban a su lado para el flash. Yo, por pudor, opté por no sacarme fotos con él ni pedirle que me firmara el disco que tenía en el bolso. En el fondo soy un pésimo fan. Tengo el rollo de no webear al músico. "¿Tenés algún contacto acá en el canal? Quiero presentar un programa de autos que estamos produciendo con mi mujer en Argentina... Se chama el Garage, ¿lo ubicás?", preguntaba Nito, mientras yo le acercaba al productor para que le diera el dato. Porque yo si aprendí a ser formal y cortés.

La gente se acuerda de la gente

El sábado pasado Piegrande volvió a escena. El subterráneo del portal Fernández Concha fue el marco de una tocata masiva (tres bandas y unas 173 personas) y algo extraña (tocar pensando que estás debajo de la Plaza de Armas ya es curioso, de hecho). Rara porque la amplificación distorsionaba la música en nuestros oídos, haciéndolos bolsa de paso, y no nos permitía distinguir la voz del Mario. Mi guitarra sonaba distorsionadísima, por lo que mi arte no llegó cabalmente a mi público (¡ja!).

Fue un bonito empate diría yo, más que nada por problemas técnicos, y un ambiente en el que se mezclaban amigos de años y amigos de amigos. Hubo gente que bailó, otra que escuchó, y otra que aprovechó de ir al baño o a tomar un copete. Al final harto palmoteo en la espalda y ese clásico desconcierto de “¿tocamos bien o mal?”, zanjado por las felicitaciones de las caras de siempre y las de nunca (lo mejor es que la gente que no tendría por qué decirte nada, te dice que le gustó).

Estaba en eso cuando apareció un loco que iba en mi colegio. Nos habíamos visto de reojo antes, pero yo tengo la sana costumbre de hacer el weón con los conocidos si no hacen contacto visual. De la nada me empezó a pelar el cable con la banda que tenía en ese tiempo, y cómo había quedado loco cuando me vio tocando nuevamente. Además estaba un poco ebrio, así que el recuerdo fue un poco jugoso.

El fantasma de las navidades anteriores se hizo presente de nuevo, cuando un conocido de la UDP me recordó “tú tenías una banda que se llamaba Monja Porno en la Universidad... te he seguido la carrera”... Claro, pensé, uno tiene su trayectoria. Rasca, pero trayectoria al fin. Faltó que apareciera un compañero del jardín infantil, y al final el Pollo Fuentes dándole las gracias a Carabineros.... un bonito gesto, que al menos me alcanzó para soportar un poco mejor un domingo de infierno (volví a editar el diario por un día, puaj), con la molotov ardiendo en La Moneda (¿cuál era la idea, muchachos?) y mis oídos tapados de música y memoria.

Recuerden que los nombres han sido alterados para proteger a los inocentes.

Éxito para todos...

jueves, 24 de agosto de 2006

Farán-tula (El evangelio de Judas)

Sí... sé que tenía este blog botado... pero la verdad es que soy incapaz de caminar y mascar chicle al mismo tiempo (es un problema que tengo desde chico) y por estos días estoy dedicado en cuerpo y alma al espacio líder del mediodía, ese que tiene al "Hombre Broma" (recuerden que los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes).
¿Cosas que contar? No demasiadas, salvo que Piegrande vuelve a los escenarios el próximo sábado 9 de septiembre en el Kilómetro Cero del Portal Fernández Concha.

El evangelio de Judas
Es rudo luchar solo. Peor es cuando tienes la sensación indesmentible de que los molinos de viento que enfrentas son masivos y representan el "circo" que mantiene a la gente interesada más en la vida de los demás que en la propia.
Claro, porque "a mí no me gusta la farándula" es una frase no sólo recurrente, sino majadera entre los pipiripaítos. Porque la gente igual ve farándula, la lee y la respira (el otro día Tapia y el Farrios me pelaron el cable con que Valdivia se veía exquisito con el pelo teñido... hasta dónde llegaremos). Ya no son las revistas Vanidades las que están en la peluquería ni Exito reina al mediodía (y eso que la carrera de las guaguas aún tiene fans). No pues, ahí están las modelos y futbolistas dando vergüenza ajena y elevando a la estratósfera el rating. Y la gente, la de siempre, dice que le carga pero no puede dejar de ver, como el fumador que odia el humo de cigarro, o el obeso que jura que lo suyo es un problema de metabolismo mientras se come los completos atravesados (como el Negro). A la hora de las consultas, todo el mundo jura de guata que su lectura favorita es el Artes y Pegas y su canal el National Pornographic... (notable el especial del Evangelio de Judas).
Y eso que los gringos incluso derrumbaron Valparaíso para equiparar la hecatombe del enfrentamiento entre Coté y Adriana por el Mago Oli...
En fin, no se trata de que mi espacio televisivo represente un hito, pero sí es una alternativa... y una reivindicación de que la estupidez también se merece un espacio... Como dijo Boy George... ¡Viva la diferencia!
En todo caso si del TQP (Telocupé) necesitan un creativo, me avisan...("acúzome padre, soy periodista") total, parece que Judas no era tan malo...

Éxito y vayan a ver a Piegrande!!!!!

lunes, 24 de julio de 2006

Rock gigante

La gente pidió fotos de la tocata y las puse... Pero la gente nunca está conforme. Ahora quieren una crónica. Una que no tengo muchas ganas de hacer, pero que escribo sólo para que la gente no piense que le doy la espalda.
Y porqué no quiero redactarla, se preguntará la gente como siempre con ese afán de saberlo todo. Es simple: porque cuando estás dentro de algo que no controlas y en que simplemente te dejas llevar, la sola acción de traspasar la experiencia al texto le quita algo de magia y obliga a presionar un poco la memoria, que suele sacar a flote la parte menos grata junto con la mejor.
En fin, puedo decirles que el que no fue se perdió una gran manifestación de rock y amistad. Con un Club Darabos que me sorprendió (el local es bonito y amplio), y un buen grupo de simpatizantes (gracias a todos los amigos que fueron -ya les voy a regalar sus chapitas), la noche se hizo música y la música se escuchó fuerte y claro.
Al contrario de nuestra primera y pseudo frustrante primera tocata oficial, en esta oportunidad no sólo nos dimos el lujo de tocar una hora (12 canciones, uff), sino que mostramos música que sólo había tenido como escenario la sala de ensayo. Los instrumentos claros, el volumen preciso, el ambiente perfecto, la energía y los nervios a mil.
Después de un comienzo tenso, y una batería de temas que incluyó los covers "Cocaine" de Eric Claxon y "Young Lust" de Pink Fuck, nos relajamos y simplemente disfrutamos el hecho de conseguir un pequeño triunfo. Ese que se saborea más cuando cuesta y se consigue con el simple pulso de un guitarra y cien amigos. Porque claro, aunque en la banda hay veteranos de mil conciertos, es distinto cuando te ganas los aplausos con tu propia voz y canciones.
Si, es cierto que la voz de Mario Blues no sonó todo lo clara que hubiésemos querido (el mal endémico del rock chileno en vivo), pero al menos todo el mundo pudo distinguir los timbres de cada instrumento y no tuvo que sonreír forzadamente delante de una masa sonora amorfa. Un gran paso para la humanidad. Gracias a todos los que lo hicieron posible.

Don Francis.
Si, estuve con Mario. Desinflado como siempre, con esa cara de cansado de años y la presencia de quien ha sido la figura máxima de la TV desde que tengo uso de razón.
No les voy a negar que se siente algo especial. Es como conocer al presidente: aunque no sea de tu preferencia tiene un qué sé yo que uno igual le quiere dar la mano. Y eso que a Don Francis uno ya lo vio en pelota en la foto del Clinis... lo que no es precisamente un punto a su favor para sostener el mito. En todo caso al viejo no le entran balas. A cuadras se nota que viene de vuelta y no tiene ningún empacho en demostrarlo, tirando frases pesadas y corrigiendo a viva voz lo que no le parece. Notable, como esos sábados interminables y aturdidores. Porque esa pega no todos saben hacerla... dejarte estúpido durante una tarde durante toda una vida y además obligarte a donar plata 27 horas seguidas una vez al año. Ni el Papa la hace. Sáquense el sombrero por el Gigante.

(Vean las fotos que tomó el Negro en la ventana de flickr)

miércoles, 19 de julio de 2006

PIEGRANDE EN VIVO!!!

Muchachos... hoy en el club Darabos (Antonia López de Bello 93, esquina Purísima), se presenta mi banda, Piegrande. ¿El valor? Sólo 2 mil pesos de consumo mínimo.
La tocata es parte del ciclo
de bandas emergentes del sitio suena.cl y en ella vamos a presentar el material que dará forma a nuestro disco debut: en total vamos a estar una hora en escena.
De verdad que no se lo pueden perder...

Nos vemos allá.

Éxito para todos

lunes, 10 de julio de 2006

El cabezazo de Zidane (hágalo usted mismo)


Así con la cosa... Se acabó el mundial nomás, y como siempre el vacío será irreparable. Tanto como la sensación de expectativas no cumplidas. En el fondo uno se prepara, hace apuestas, gasta tiempo defendiendo a su equipo favorito delante de los amigos (yo estaba por Togo) pero después de la cuarta pichanga se acuerda que el mundial anterior fue malo y el anterior también y así sucesivamente (uno ve uno de esos Dvds de lo mejor de los mundiales y jura que estuvo la raja). A partir de ahora la amnesia mundialera comienza a operar de nuevo. Tenemos cuatro años pa olvidarnos de Alemania y la manía de Sobalaprieta de pronunciar hasta el apellido "Soto" como "¡¡Soutto!!!".
Yo en esta ocasión incluso me compré una tele más grande, llevado por la euforia futbolera y aprovechando mi proverbial cesantía: A días de que empezara la competencia encontré pega, por lo que mi estadio personal fue testigo de algunos segundos tiempos y los partidos del fin de semana nomás (creo que fue más usado para ver "El Clon" por terceros). Otra decepción... como la despedida de Zidane y su cabezazo, que me recordó al adiós calameño de Zamorano y su chuleta maletera al árbitro. Claro, el mundial es una patada en las canillas del hincha.

Elvis ha abandonado el edificio
El sábado fui a ver a Los Tres. Con las amígdalas como manzanas, por cierto. De hecho fui luego de intentar vender las entradas... mi estado de salud era malo, y en este momento todavía no me abandona un resfrío mutante que tengo, que apenas me permite tragar, por lo que envié algunos mensajes de texto para deshacerme de los tickets y recuperar la plata invertida. Me fue peor que a los juguetes del profesor Salomón. Me hice el ánimo, me abrigué y partí con una poco convencida Pame (gracias por la paciencia, un beso) al Arena Santiago, salpicando mi garganta cada cierto tiempo con un atomizador con propóleo (yo cacho que a estas alturas ya estoy meando propóleo).
Notable: El lugar, el entorno, la puesta en escena y los personajes presentes (gracias Negro por guardarnos los asientos). Yo ya había visto a Los Tres en México, así que cachaba pa dónde iba la cosa, pero hay una gran diferencia entre esa performance afónica de Henríquez y el sonido que la banda, compuesta por seis músicos en esta ocasión, dejaba caer sobre las 11 mil personas presentes ('ta que le pega fuerte a la batería Basualto).
"Elvis" Henríquez brillaba con su chaqueta blanca, chistoso, animado y obeso, flanqueado por los otros dos guatones "tres originales", mientras las pantallas gigantes mostraban imágenes antiguas del grupo en las que Pancho Molina había sido "stalinísticamente" borrado u omitido.
El repertorio tuvo joyitas como "Amores incompletos" y estuvo condicionado por las canciones del pobre disco nuevo. Es curioso que nadie se atreva a decir con todas sus letras que al disco le falta... y harto. Me molesta la condescendencia. Claro, Los Tres son vacas sagradas... y no me refiero a su sobrepeso, pero un poco de honestidad cae bien. Aunque quién sabe. Quizás si nadie menciona que el disco es malo, todo el mundo termina pensando que es bueno. Esa puede ser la moraleja: Si quiere un comentario real, "hágalo usted mismo".

Éxito para todos.

sábado, 1 de julio de 2006

Historias de tv (El rostro sin rostro)


Este blog ya es un éxito. Está claro: como la gente está tan metida en el concepto consumidor-servicio, lo que implica que hay que atenderla bien y según su gusto, que cualquier cosa que le implique un esfuerzo adicional (como loguearse en spaces), es inaceptable. El Papa y el cliente siempre tienen la razón (aunque la iglesia sólo lo reconozca en el caso del primero). Es la gente la que por lo general se equivoca.

El rostro
El viernes pagaban en el canal. Lo supe desde el momento en que entré y todos andaban con una sonrisa de oreja a oreja, amables y con una actitud digna del vecinillo Flanders. Como soy nuevo en la pega, me daba un poco de lata preguntar directamente qué pasaba con mi plata, así que me hice el weón un buen rato, hasta que caché que nadie se acercaba a decirme nada onda "oye, tu cheque está acá", "acá está tu plata", "Buenos días" o por último "tienes un arroz pegado en el chaleco".
Así las cosas fui a hablar con la productora general, que no sólo me aclaró que me van a pagar el sueldo completo, sino que mi trato con el canal corresponde al de "rostro", por lo tanto mi remuneración va a salir los 15. Eso quiere decir que estoy en la categoría de gente como "Tontuiti", "Calefón Mulanbrock", "Cumparini" e incluso del weón que se come los bichos los viernes en la noche. Impactante. De todas maneras pregunté si eso implicaba que tenía que hacer alguna promoción, participar en eventos, o aparecer en esos comerciales tipo "me encanta el 13", lo que me respondieron con un cagadero de risa, obvio. Yo ya me imaginaba con Mario, en su yate de Miami.

Scaramelo
En mi cruzada personal por rescatar a los olvidados de la TV, el viernes pasado tuvimos en el show a Andrea Tiesa y Scaramelo.
La primera nunca había visto el programa, y llegó con el mejor de los ánimos. Eso hasta que leyó mi guión, que incluía un "Más music" con un ranking que tenía a "la tarde está llorando", "Tímida" con Reimon Farías y la canción del Chino Casiceli en los primeros lugares. Todo antes de que entrara Furlado disfrazado de Juan Antonio Libra. Escándalo. "Se están burlando de mi programa", "es una burla para los artistas", y weá. A dos minutos de salir al aire, Tiesa no quería saber nada, pero de alguna manera la convencieron, y claro, apareció con cara de poto en la primera parte, agregando frases como "el ranking que prepararon acá y en el que no tuve nada que ver"... pero poco a poco fue sacando la sonrisa al ver los videos, y al cachar la pobre imitación que hacía Furlado, a quien agarró pal chuleteo. Luego aparecen los animadores, loas y alabanzas para Tiesa, videos del recuerdo y final feliz: Tiesa canta a dúo junto a una imagen suya de los 70 y se va feliz con el show, dándole las gracias a todo el mundo, y con la promesa del productor de que le va a llevar un DVD con su actuación en Viña.
Scaramelo es caso aparte. El mismo que ha aparecido en cuanto programa hay diciendo que a los cantantes nacionales no se les da espacio, que no se les reconoce, que muera la piratería (aunque nadie piratea sus discos), llegó innecesariamente agrio, reclamando que lo habían invitado justo el día del partido "Alamania-Argentin", que no hay respeto. Antes nos había dicho que no podía llevar música porque venía de una reunión (lo que es como tener al Epidemia sin su traje). Astutamente pedí que le tuvieran un teclado, que tampoco le gustó ("mira, no es de juguete, pero yo no puedo tocar en esto" le dijo al productor). Finalmente sólo llevó la pista de una canción. Osea cero actitud. Canturreó un rato, recordó un par de cosas, y se fue enojado, en medio de la indiferencia general que siempre escolta al doble discurso. Un verdadero loco rayado.

domingo, 25 de junio de 2006

Gana la gente (cambio de piel)

Claro, la gente no me deja en paz. Ahora les dio con esto de que en el spaces es mucho atado poner comentarios... que hay que loguearse... que les da lata... que Italia va a ser campeón... que renuncian al Say No More... que debo tener las respuestas... en fin.
En mi profundo afán por hacer más fácil mi disfuncional comunicación con los miles de lectores que día a día visitaban Alvarez Show, he decidio fundar este espacio, un blog profesional-amateur que suplirá al antiguo en apariencia pero no en espíritu.
Así las cosas, los dejo con lo que pidieron... una vez más gana la gente.

Éxito para todos...

LA MAGIA DE LA TELEVISIÓN


Hace rato que no escribía nada... desde antes de volver de México, de donde llegué con ganas de compartir con todos los niños de mi país la experiencia de la alta competencia extranjera... si, voy a fundar mi ciudad deportiva, donde por módicas cuotas de 50 lucas semanales, todos los menores de escasos recursos podrán aprender con mi uniformado personal los secretos para ser famosos y hablar de corrido. En fin.
La gente (que como citó sorpresivamente el Negro en su discurso de cumpleaños es ingrata), se preguntará por qué no había dedicado unas líneas a este espacio. La respuesta es clara: tomé la decisión de no actualizar el sitio a menos que tenga algún comentario. Como el único que los miserables lectores me dejaron fue hace poco, vuelvo a volcar mi desperdiciado talento acá.
¿Qué he hecho en este tiempo, además de dedicarme a comprar juguetes usados y servir el desayuno a mis mujeres? Varias cosas. Entre ellas volver a mi ex-diario-karma-permanente a cumplir una serie de nuevos compromisos que me devuelven al primer plano económico. Es como ir a jugar a Arabia Saudita, en realidad nadien quiere hacerlo, pero los petrodólares mandan (Y eso que allá hasta el Pelao Montecinos era figura -y este pelao?- pongo el comentario rasca antes que otro lo haga). Afortunadamente no llego con las rodillas malas ni cojo.
Pero eso no es todo. Por intermedio de mi representante, que no es otro que el Míster, conseguí volver a la TV, después de mi mítica y bochornosa participación humorística en el Ríete. Nuevamente la estación del angelito me acogió, y perdonando mis pecados anteriores, me tiene como creativo del programa más improbable del mediodía chileno. Y esta vez junto -ni más ni menos- que al conocido ex compañero universitario y viejo mañoso Furlado. Queda claro una vez más que el Señor opera de maneras misteriosas.
Debo reconocer que el sólo hecho de estar trabajando en el canal tiene tintes surrealistas, por eso de estar comiéndose un super 8 mientra atrás de uno está la Manena Swet esperando pa pagar su Coca Light...
Por lo menos hasta ahora el balance es positivo: Hoy conocí a Javier Mirándola (ta vieeeeeejo) y me enteré que voy a trabajar con mi amigo personal Guruguru (de hecho los dos usaron guiones míos). Me acuerdo que cuando era chico el guru fue a mi colegio, con el profesor Rojas (antes del episodio de las chuchadas, cuando andaba de frac) y tomó en brazos al vicerrector... y otra vez lo vi en el zoológico creo. Quedé helado cuando vi el traje en una especie de carro de supermercado en el área de maquillaje... en ese momento pensé "lo conseguiste muchacho"... Al rato el actor-guru apareció sin el traje, cagado de calor en una especie de pijama...y yo tuve que partir corriendo al baño, porque el super 8 me cayó mal. Así es la magia de la televisión.


Ésito para todos...

PS: Cambié los nombres, porque si no los jotes buscan en Google y llegan acá... no es la idea...

Manden sus mensajes y vean el 13 todos los días de 12.30 a 13.30...