Las réplicas del terremoto no paran en Conce. En mí tampoco, porque siento a cada rato que está temblando, y miro las lámparas para ver si se mueven. Por sanidad mental, opté por apagar la tele y no entrar a twitter. Tampoco pienso ver el "Chile ayuda a Chile", aunque voy a aportar lo que pueda. Tengo en la cabeza y en el cuerpo más terremoto del que puedo soportar.
Cuando desperté hoy me dieron ganas de que fuera junio, tener a mi hijo recién nacido en los brazos mientras espero un partido del mundial, y que todo girara en torno al fútbol. Que esto no fuera más que un recuerdo triste, una grieta en reparación. La realidad es que hay que estar preparados para temblores superiores a los 7 grados en Santiago. Leo que en Concepción acaba de sentirse una réplica de 6,8 grados, la tercera de la mañana. En total van 213.
Mi hija duerme. En una situación normal habría entrado a clases ayer. Ahora tiene que esperar hasta el lunes, lo que no le hace mucha gracia. La ayuda que mandemos al sur la vamos a canalizar a través de su colegio, principalmente porque creemos que es importante que ella sienta que está ayudando, y conozca desde chica el concepto de "solidaridad". No me la imagino saqueando un supermercado para llevarse un plasma (aunque sería útil para cumplir el sueño de ver el mundial), pero nunca está demás la enseñanza. Anda tensa, nerviosa. Habla mucho y trata de estar siempre acompañada, pero supongo que todos estamos un poco así.
La carne es débil
Leo en un sitio web la historia de un hombre que estaba con su amante a la hora del terremoto. El tipo había organizado todo para hacer la maldad: "mi amor, tengo un viaje por la empresa", dijo en la casa, para huir con "la otra" dentro de la misma ciudad y darse un fin de semana de lujuria. El sismo los pilló "después de", y el sujeto se encontró huyendo semidesnudo con pavor de un departamento que no es el suyo, con una mujer que no es la suya, sin poder comunicarse con sus hijos ni volver a su casa: claro, estaba en "otra ciudad". Si de los arrepentidos es el reino de los cielos, él debe haber reservado varias hectáreas. Seguro cada réplica le removerá la conciencia.
Muy buenas historias. Cuando comience el Mundial nos cambiará el ánimo. Esperamos que el debut no sea un terremoto, jojo.
ResponderBorrarQUERIDO CLAUDIO, APENAS AHORA VEO TU BLOG Y ME HA MARAVILLADO TU ESCRITURA, TU TALENTO...LÁSTIMA QUE SEA EN ESTA COYUNTURA... ME CONMUEVE TU ESTADO TEMBLOROSO...Y BUENO COMPARTO LO QUE DICES DE LA AYUDA Y LA EDUCACIÓN DE LA NENA, OJALÁ HUBIERA MÁS PAPÁS ASÍ EN TODO EL MUNDO....UN ABRAZO DESDE EL DF.
ResponderBorrarGracias por sus comentarios, amigos. Así da gusto seguir escribiendo. Un abrazo.
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