La gente me para en la calle. "Qué pasa con el blog", me dicen. Se abre una ventana de chat... "ahora que encontraste pega nos dejaste botados", leo. Y sí, encontré trabajo. Uno improbable: un desafío distinto, bien pagado, pero en una línea que nunca exploré en mi exitosísima carrera profesional (que terminará seguramente con una calle o un local de pollos fritos con mi nombre). Ahora soy una suerte de funcionario público, en un área que efectivamente le sirve a todo el país (al menos eso quiero pensar).
Tatán dijo que quería gobernar con los mejores, y acá estamos (JA). Curioso: toda la gente del trabajo es del régimen anterior... cosas de la reconstrucción, supongo.
Como era obvio, pasé de que no me llamaran de ninguna parte para entrevistarme laboralmente, a que me quisieran de todos lados. De hecho, el viernes pasado fui a dos entrevistas de trabajo... y quedé seleccionado en los dos. Me quedé con el mejor remunerado, y que además era un bonito desafío. "¿Puedes empezar el lunes?", me preguntaron... "abuelita, soy tu nieto", dije yo. Y ahí estoy.. hoy me llamaron de otra pega más. Así es la vida. Te da sorpresas, como dice la salsa ("Si hasta solita es rica", era el lema de la Sabrosalsa). Hace unas semanas un adivino le había vaticinado a mi señora que yo iba a encontrar un trabajo en que estaría rodeado de mujeres. Confundido, mandé mi CV para portero del Passapoga, pero no. Efectivamente en mi nueva función está lleno de mujeres (pero no de lujo). Como en la universidad... como en mi casa... como en la vida. A estas alturas estoy acostumbrado.
Hoy me veo cada mañana con chaqueta, camisa y perfumado; con los audífonos bien puestos. "Siempre eliges círculos, yo cruz" cantan los Mecánica Popular, mientras me apretujo en el metro, en medio de una manada en que las sonrisas se cuentan sólo con la vista, porque los dedos de la mano no se pueden ni estirar. Y pienso que el diario siempre luce mejor cuando lo lee el vecino pasajero y que esto de ser un céntrico funcionario es extraño, como los gritos de los guardias en tu cara: "¡Detrás de la línea amarilla!".
Estoy cansado, como buen funcionario, supongo. Pero no podía abandonar a la gente. Mal que mal, es la que lo pide.
jajajaja. "abuelita, soy tu nieto" es lo mejor expresión nueva que he escuchado (o leído)el último tiempo. No es que haya leido muchas, ahora que lo pienso. Pero está buena, estoy esperando tener que responder afirmativamente a algo para usarla. Claro, no a cualquier cosa, porque en algunos contextos podría ser contraproducente y poco gracioso.
ResponderBorrarFelicidades por la nueva pega!
Me gustó lo de la abuelitaaaa jajajaja, grande socio.
ResponderBorrarjajajajaja... Que me gustó!
ResponderBorrarLa Leidi Nieta.
Wena, socio... Felicitaciones...
ResponderBorrarEsto de la reconstrucción y de que todos somos uno, me parece una excusa barata de los "chupatetasfiscales" que jamás le han trabajado un día a nadie...
Saludos
RO.
-"¿Estaba caro el sushi?"
ResponderBorrar-"Abuelita soy tu nieto. Más que la cresta"
Espero no nos dejes botado, esto de escribir es terapéutico!! Te felicito por la pega bien remunerada, porque siendo periodista querido colega la cosa nunca es bien remunerada jjijij un beso
ResponderBorrarSaludos a todos por escribir. Estoy pensando en inscribir "abuelitasoytunieto.cl" considerando el éxito de la expresión. La primera vez que la escuché estuve un buen rato riéndome. Un abrazo a todos los amigos mexicanos por ese tremendo aporte a la cultura universal. Éxito para todos y gracias por leer...
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